sábado, 6 de marzo de 2010

Aterrizaje en Kuala Lumpur

Después de unas cuantas horas de avión (Luis ha sido un placer hacer este viaje contigo, que paradojas tiene la vida), haciendo escala en Doha y vuelta al avión, aterrizo en KL sin novedad.
Como estaba planeado uso el KLIA Ekspress, un tren de alta velocidad, hasta la Sentral Station. De ahí al hotel pienso en las posibilidades y al final me decido por el taxi, cobrado de más por haber pagado por adelantado en el mostrador (segun me dice el chofer).

Llego al Hotel Plaza KL. El recepcionista conoce a Luis Fabiano, delantero del Sevilla, y desconozco si es por esa razón o por que hice la reserva por Internet, pero lo cierto es que elige para mi descanso una habitación ("Standard") que da la sensación de estar en un hostal cutre, sucio y ruidoso.
Las 3 de la tarde, ni me lo planteo: ducha y a la cama que el Jet Lag comienza a atacar...

Despierto recuperado y me lanzo a la calle. Todo es un caos.
El tráfico parece que está dirigido por una mano maestra. Esta traza miles de lineas, todas curvas. Unas van más lentas, andando; otras rápidas y algunas veloces como coches de carreras, pero nunca chocan.
Las calles están entrelazadas como si de un hormiguero se tratara. No hay dos calles perpendiculares, y mucho menos paralelas.
La gente parece tranquila, la mayoría de clase media y abundante juventud. Hay mucha policía pero no parece que exista, cada uno hace lo que le viene bien aunque con unas normas inexistentes que parecen establecidas por la propia cultura, y todos se respetan.

Llego al hotel cansado, después de haberme pateado los alrededores, para guardar en la nevera unas cervezas "Anchor Smooth" y me quedo, necesito plasmar las primeras impresiones.
Me encuentro sentado en el quicio de la ventana de un viejo hotel, levemente resguardado del diluvio que cae desde que entré en la ciudad, a 15.000 km de mi casa.
Termino de escribir y me siento triste. Es normal, acabo de dejar mi cómoda vida en Sevilla y todavía no se porqué. Todo era perfecto, todo bien establecido, sin mucho cambio, en su evolución lógica y natural.
El comienzo en KL.

Ceno en un restaurante que quizás sea Mongol, cazuela de carne, callos! y setas acompañado con arroz frito y churros (sí, churros!) cortados en pequeños trozos para usar en lugar del pan. Pongo la foto!

De vuelta al hotel consigo que me cambien de habitación a una más decente (gracias Teresa!) y termino mi primer día con una cerveza malaya, leyendo "El Jueves" hasta que caigo dormido.

Cenando churros
Oficina de informacion en KL

Recien llegado, con la KL Tower detras

4 comentarios:

jescasras dijo...

Juan, que pasa tio?

Me alegro mucho que hayas llegado bien a KL.
Curioso que hicieras el viaje con LFRB, recuerdo que cuando viajé contigo a Arabia me dijiste que echabas de menos los viajes con él, pues ya ves lo que prepara el destino. Eso es, sin duda, un pequeño apercibimiento de lo que te espera en tu aventura. Disfrútala tio.
Un abrazo,
P.D.No cambias macho, como cuando fuimos a Arabia, tú con "El Jueves"...

marina dijo...

Tiooo,me alegro que llegaras bien,haz muchas cositas y cuéntanoslas todas para q nos pongamos verdes!!! Por cierto recuerda q si te entra diarrea te tendrás q hidratar mucho y toma zumo de limón.
Un beso!

IRG dijo...

Vamos a ver si actualizamos el blog, q me han comentado que hoy viajabas a nosedonde y aquí no se ve reflejao na de na :)

Anónimo dijo...

Juanillo, como te va la vida de caminante?? Espero que tan bien como nos cuentas en tu blog.
Por aqui todo como siempre, con la diferencia (gran diferencia por cierto)que tu no estás con nosotros. Te echamos de menos!!! Disfruta de este viaje... Un beso MMM